por Rachid Arrañaga
14 de mayo de 2020
¿Qué harías si te regalo $500 pesos?
Probablemente los gastarías en una comida para dos, en un 24 de cerveza o lo dejarías para la carnita del domingo… Una de las grandes cosas que he aprendido en esta cuarentena con DeLaBanqueta.com, es que con $500 puedes crear esperanza.
Vivo en Parras, Coahuila. Con el COVID todo valió madre en el momento que anunciaron la cancelación de Semana Santa, literal. Para los productores de acá, esa fecha es la temporada de “vacas gordas”, es cuando aprovechan para generar el dinero que les ayuda a pasar las temporadas de “vacas flacas” del año.
Imagínate la desilusión que llegó al pueblo con la cancelación… pero lo peor no fue eso, fue el sentimiento de incertidumbre para aquellos que, literal, VIVEN del turismo. Para ellos no había nada, la esperanza se fue, se cayó y no sabíamos cómo o dónde recuperarla.
Gaby, es una apasionada de la pintura, una verdadera “maestra” empírica, que ha encontrado en los trazos, los pinceles y los colores una forma de plasmar todo su talento. En esta temporada ella vende sombreros y vestidos pintados a mano. Pero con el COVID, su espacio en la galería del pueblo está desierto y los tonos grises llenan el panorama…o en términos menos poéticos pero más reales, todo pintaba de la chingada.
La esperanza llegó cuando a través de DeLaBanqueta.com, una extraordinaria profesora de Monterrey que planeaba un viaje con un grupo de 20 mujeres, decidió que los sombreros de Gaby eran el regalo perfecto como "recuerdito" para esta experiencia con sus amigas. Una simple decisión dió un enorme respiro a toda una familia.
Al compartir con Gaby el primer adelanto de $500, lo equivalente a una de las piezas, nos permitió decir a todos… siempre hay maneras. No es la cantidad, es lo que representa. Manda un mensaje de que es posible crear cosas chingonas en medio de una crisis, la gente puede ver que hay futuro en medio del desmadre.
Ante esta “nueva realidad”, será más importante que nunca decidir cómo vamos a gastar cada peso que gastamos, todos nos hemos convertido en generadores de esperanza, a través de cada una de nuestras compras. Eso nos da un enorme poder transformador, hay que usarlo.
¡Gracias a todas las “güeritas” que próximamente lucirán hermosas con los sombreros de Gaby!
Y tú... ¿ya estás listo para ser de los chingones que le devolverán la vida a las banquetas de México?
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